Nació en Madrid y a los 11 años dejó su pueblo manchego de Fuensalida para cursar estudios en un internado religioso en El Escorial, donde se familiarizó con valores como austeridad, sobriedad y templanza que, posteriormente se reflejarán en su obra. Desde entonces, Justino del Casar se ha convertido en un referente en la escultura en todo el país.
Justino del Casar ha trabajado en lugares tan reconocibles como la la Y Gallery en Queens como responsable de montaje y ayudante de dirección escenográfica en la obra. Desde 2013 se dedica en exclusiva a su gran pasión: la escultura. Nos dice que pasa en su estudio la mayor parte del día entregado a la creación. Desde entonces han visto la luz multitud de
proyectos esculturales y elementos decorativos con los hoy se convierte en un imprescindible en cualquier espacio del diseño.
¿En qué consiste tu proyecto personal y qué quieres transmitir con él?
También hay algo en mi obra de reubicación humana, el antropomorfismo presente en algunas de mis piezas (fémures, gónadas sexuales, abdómenes, pechos) resitúa al ser humano, a su naturaleza, a su esencia, en un lugar por encima de los objetos que crea
para su consumo.
Desde un punto de vista más técnico, el proceso de creación es totalmente manual. Me baso en diferentes técnicas, como
por ejemplo la antigua técnica del papel maché. Utilizo residuos de cartón y papel desechado.
¿Cómo de importantes son tus manos en el proceso artesanal?
Es la parte de mi cuerpo con la que ejecuto lo que pasa por mi cabeza, por lo que son muy importantes. Mi trabajo es muy físico.
¿Lugar que te inspire para crear?
Mi inspiración nace de la naturaleza, de lo animal, de lo humano, del mundo vegetal. En realidad, me inspiro en cualquier sitio, pero casi siempre es trabajando en el estudio.
¿Qué es lo más importante que he aprendido en mis años de trabajo?
Lo verdaderamente importante que he aprendido durante mi trayectoria ha sido la disciplina y el dejarme llevar.
¿Cuáles son tus referencias artísticas?
Hay muchos, entre ellos Henry Moore, Constantin Brancusi, Isamu Noguci, Julio González, Barbara Hepworth, Baltasar Lobo, Pablo Gargallo, Jorge de Oteiza, Alberto Giacometti, Alberto Sánchez, Eduardo Chillida.
Eduardo Chillida, Emile M. Cioran: Ce maudit moi, 1983.
¿Un libro que te haya inspirado?
Sobretodo hay dos que me han marcado. Retrato de Giacometti de James Lord ¿Olvidar a Rodin? Escultura en París, 1905-1914